En 1947, pocos años después de una Guerra Civil que dejaba un panorama desolador en gran parte del territorio español, un diario ovetense de la época publicaba lo siguiente: “PRUSA es sigla de ‘Propiedades Urbanas, S.A.’, empresa que capitanea la friolera de cuarenta y cinco millones de pesetas, que se invertirán en construcciones en Oviedo. Sus iniciadores disponen de céntricos solares que, una vez edificados, serán factor decisivo para el ornato de la ciudad”.
El 31 de mayo de 2012, sesenta y cinco años después de su fundación, aquélla entidad que fue constituida por un representativo elenco de la sociedad de la capital asturiana de mediados del siglo XX, cambia su denominación a la de Masaveu Inmobiliaria. Y afronta así, de forma decidida, el devenir de un sector inmobiliario cada vez más delicado.
La intención inicial de PRUSA, cuyo primer consejo de administración fue presidido por el Excmo. Sr. D. Pedro Masaveu y Masaveu, fue la adquisición y construcción de fincas urbanas, tanto para su venta como para su explotación en forma de arriendo.
Sala de Juntas de Masaveu Inmobiliaria S.A.
En definitiva, promocionar y construir inmuebles en plena posguerra que contaran, por un lado, con las tan necesitadas viviendas y, por otro, con locales en los que pudieran establecerse nuevos negocios en la capital del Principado de Asturias. Para ello, era necesario disponer de factores claves a la hora de emprender en el negocio inmobiliario: capital, suelo edificable y organización constructora.
La primera de estas necesidades estaba cubierta gracias a la inicial aportación de la cifra, más que significativa, mencionada con anterioridad. También desde su constitución, esta sociedad contó con la aportación y adquisición de céntricos solares en Oviedo, mientras que en lo que respecta a la organización constructora dispuso desde el primer momento de mano de obra cualificada, maquinaria de construcción, taller de carpintería, almacén de materiales y demás recursos de primer orden, que invitaban a confiar en el futuro de la compañía.
Desde su constitución y hasta el día de hoy, esta sociedad ha tenido su sede social en el nº 13 de la calle de Uría en Oviedo, un emblemático edificio de estilo art decó, conocido como la “Casa Blanca”.
De las primeras obras llevadas a cabo destaca la construcción, entre los años 1947 y 1950, del edificio en la calle de Toreno nº 5, en la esquina con la actual calle del Marqués de Pidal. Este singular inmueble, construido en un privilegiado enclave sobre los cimientos del antiguo Cine Toreno y prácticamente destruido tras las acciones bélicas de la Guerra Civil Española, quedaría enmarcado dentro de las viviendas de lujo construidas en la ciudad en los años 40.
Es destacable, entre las primeras construcciones de PRUSA, el edificio levantado en el número 7 de la ovetense calle de Suárez de la Riva, concluido en 1950 y considerado también como una construcción de lujo para la época.
Tras unos intensos años, la actividad constructora de PRUSA concluyó en 1963 a raíz de la expropiación de los dos solares donde la compañía tenía establecidos su taller de carpintería y su almacén de materiales, momento en el que se decidió liquidar los acopios de material y poner fin a dicha actividad. Sin embargo, por aquel entonces la sociedad ya tenía en propiedad un buen número de inmuebles (locales, oficinas, viviendas), resultado de su anterior actividad constructora la cual gestionaba en forma de arriendo.
Las rentas generadas, en su mayor parte, se iban reinvirtiendo en la adquisición de nuevos predios que serían, a su vez, destinados al alquiler, incrementando de este modo su patrimonio inmobiliario y convirtiéndose esta gestión en la principal actividad social, hasta conseguir presencia en decenas de edificios situados en las más céntricas calles de la capital asturiana.
Al margen de gestionar el alquiler de su cada vez más creciente patrimonio inmobiliario urbano, y a pesar de que la sociedad había abandonado ya la actividad de la construcción, llevó a cabo numerosas promociones inmobiliarias, pasando algunos de los propiedades resultantes de dichas promociones a incrementar los activos inmobiliarios de la compañía.
Buen ejemplo de esta actividad promotora son los edificios ovetenses de Viaducto Marquina nº 7 y Melquiades Álvarez nº 3 y 5 (años 60); Campoamor, nº 12-14, Longoria Carbajal nº 1, Uría nº 3 y la Urbanización “Los Magnolios” en Llanes (años 70).
Ilustración del conjunto Residencial Azcárraga 1991
Durante los últimos años destacan las promociones desarrolladas en 1991, en el número 18 de la calle de Marqués de Pidal; el “Conjunto Residencial Azcárraga”, concluido en 2001 en el número 12 de dicha calle, y la reciente promoción del “Edificio Marina”, finalizada en 2010, situada en una de las esquinas formadas por las calles de Martínez Marina y de Quintana.
Especial mención merece, por otro lado, la adquisición en 2002 de las denominadas “Casas del Cuitu”, situadas en los números 27 y 29 de la calle de Uría. Estos imponentes inmuebles, construidos entre 1913 y 1917, están considerados entre los edificios más singulares y emblemáticos de la ciudad y, hoy por hoy, con sus 8.383 m² construidos, constituyen el activo más importante de la filial inmobiliaria del grupo de empresas Corporación Masaveu.
Fuera ya de la ciudad, es reseñable la reciente adquisición de dos pequeñas casas, colindantes, situadas en una privilegiada zona de Ribadesella y que serán objeto de una próxima promoción inmobiliaria.
Palacio de Miyares
Por último, trascendental ha sido, por lo que al incremento del patrimonio inmobiliario de la sociedad se refiere, la fusión por absorción llevada a cabo en 2010 de las entidades del Grupo Corporación Masaveu, “Construcciones Cantábricas, S.A.” y “General Estates Iberia, S.L.”, que permitió, además de aunar sus distintas personalidades jurídicas, centralizar su gestión. Tras la operación descrita pasaron a formar parte de los activos de PRUSA, hoy ya Masaveu Inmobiliaria, construcciones tan singulares como el Palacio de Miyares, que data del siglo XVII, y un buen número de fincas, tanto urbanas como fincas rústicas en los concejos de Siero, Colunga, Villaviciosa, Cabranes, Piloña y Carreño.
Así, esta entidad constituida en 1947 y que recientemente ha cambiado su denominación por la de Masaveu Inmobiliaria S.A., cuenta con un importante patrimonio concentrado en su totalidad en el Principado de Asturias y una solvencia absolutamente inusual en el sector, que le está permitiendo, no solamente afrontar como pocas compañías el delicado momento de los negocios inmobiliarios, sino también contemplar la situación actual como una oportunidad de expansión.
